El 92 % de los derivados lácteos en el mundo se hacen con leche de vaca, y ambos (leche y derivados) son consumidos por más del 80% de la población de forma regular. Los más consumidos son queso, mantequilla y yogur, en una industria que alcanzó una valoración de USD 944 mil millones en 2023, y una proyección de USD 1,3 billones para 2030.

Así lo develó el informe ‘The Future of Dairy’ (El futuro de los lácteos), elaborado por la firma Eatable Adventures, que examina cómo la tecnología está revolucionando la industria láctea y la está transformando con un enfoque en sostenibilidad, innovación abierta y desarrollo de productos híbridos.

La industria láctea, valorada en 944.000 millones de dólares en 2023, enfrenta desafíos clave como el cambio climático y la escasez de mano de obra, mientras avanza hacia alternativas y tecnologías innovadoras.

En la actualidad, la industria láctea es un potente motor de crecimiento económico y un pilar fundamental de la salud nutricional. Globalmente, aproximadamente 150 millones de hogares se dedican a la producción de leche, contribuyendo a las economías locales y nacionales. La industria láctea no sólo apoya la sostenibilidad de las zonas rurales, sino que además juega un papel significativo manteniendo la estabilidad económica de estas comunidades.

Con una valoración global de 944.000 millones de dólares en 2023, la industria láctea está proyectada a crecer hasta 1,3 billones de dólares para 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta cercana al 5 %. Este sector sigue siendo una fuerza clave en la promoción de la sostenibilidad y la resiliencia alimentaria, contribuyendo con más de 950 millones de toneladas métricas de leche producidas a nivel mundial el año pasado.

El informe, que a nivel nacional contó con la participación de Alpina, revela un panorama transformador para esta industria, que está adaptando sus estrategias para enfrentar desafíos críticos como el cambio climático, la escasez de mano de obra y las fluctuaciones de precios.